jueves, 29 de agosto de 2013

Las Huellas del verano 2013


El verano de 2013 de Garcinarro ha sido en muchos aspectos como muchos otros veranos. Los músicos de la orquesta Danubio vinieron a tocar "paquito el chocolatero" –entre otras piezas de baile– un día de las fiestas patronales y al día siguiente el 'tomellosero' nos tocó las narices despertándonos a las 9 de la madrugada con la megafonía a todo trapo, como si no hubiera otro día para vender melones. Esa coincidencia entre orquesta y melonero se viene produciendo ya desde hace tantos años, que da mucho que pensar. He visto en internet que la orquesta Danubio no son realmente centroeuropeos como cabría esperar de su nombre, sino de la vega del Jabalón, río ciudadrealeño no lejano a Tomelloso. Sabiendo cómo son estos manchegos, pienso que la coincidencia de la actuación de la orquesta y la venta ambulante no es casualidad y propongo que la comisión de festejos revise exhaustivamente cada año, antes de empezar la fiesta, el camión de la Danubio por si llevaran camuflados melones del Tomelloso.

Como novedades del verano del 2013, tenemos que hablar del chiringuito de Mariano, que ha hecho que los garcinarreros podamos disfrutar de una terraza en una plaza de lujo, con tapas de la costa gallega (sardinas, mejillones y nécoras), paella valenciana o papas con mojo picón de canarias. Luego, a las doce, se corrían los encierros con astado de la ganadería Juan María Porrete (ya en su 5ª edición o más), con todos los niños ataviados con pañuelo rojo y periódico, cantando el "Viva San Fermín" en versión Virgen del Sagrario. Así, con todo ésto, uno ya no sabe bien dónde está pasando el verano.

Otra novedad de este año ha sido la Exposición Huellas, que del 9 al 18 de agosto ha expuesto en dos salas del Museo de Garcinarro fotos antiguas de gentes del pueblo, así como una muestra de la vieja escuela y de la historia de nuestra iglesia parroquial; además de una lista larguísima de los motes del pueblo. El principal responsable de la exposición ha sido Jesús, chinchín, el chico de Eladio Barranquero, familia de los 'porros' por parte de madre y más recientemente conocido como el turolense por sus escapadas repentinas a la ciudad de la plaza del torico. Él tuvo la idea inicial y animó a otros locos entusiastas a llevarla a cabo con ilusión. 

Como resumen, decir que la exposición ha sido un éxito. Como dato objetivo podemos afirmar que Huellas ha conseguido meter dentro del museo a casi todo el pueblo, e incluso fue difícil sacar a alguno de ellos. Otros museos de fama internacional como el Prado de Madrid, el Louvre de París o el MoMA de Nueva York consiguieron antes que nosotros éxitos semejantes e incluso mayores; pero lo que no lograron ninguna de estas prestigiosas colecciones fue que casi cada uno de sus visitantes saliera de la exposición con alguna papeleta para la rifa de un jamón. 

Es cierto que para reunir a tanta gente, los organizadores de Huellas se valieron de arte/s que suelen funcionar siempre bien: ¡Bebida y comida gratis! El primer día se sirvió vino en abundancia de Mazarulleque gracias a la generosa colaboración de varios bodegueros, además de aperitivos de la tienda de (la) Olga; pero no es menos cierto que, independientemente del ágape, la exposición consiguió atraer la atención y el interés de los vecinos de éste y otros pueblos. Los hubo quienes se emocionaron, quienes se sorprendieron y sobre todo quienes lo agradecieron verbalmente o en el libro de visitas.
 
Primera página del libro de visitas de Huellas 2013

Una de las cosas que más llamó la atención de Huellas fue el contrato de las maestras de 1923, que por algún sitio encontró Rosa Mari (organizadora de La Escuela), la chica de Gabriel Barranquero que le dicen de los 'moños'; pero que en realidad ni su padre, ni ella son 'moños' de verdad, que el verdadero 'moño' era otro marido de su abuela que no era su abuelo, según me ha contao su tía Mila. Lo que sí es ella –si no me equivoco– es de los 'pajillas'; pero no nos liemos con los motes, que yo solo quería decir que mucha gente fotografiaba ese contrato (de esclavitud) de las maestras, no sé si por curiosidad o para tener mayor conocimiento del mismo, ahora que –tal como van las cosas­– puede ser el modelo de contrato que intenten hacer firmar a cada uno de los que quieran trabajar en este país.  
Parte de la exposición de Huellas dedicada a La Escuela
Parte de la exposición de Huellas dedicada a La Iglesia

Con respecto a la parte de Huellas dedicada a La Iglesia, llama la atención que en el siglo XVI, un pueblo como Garcinarro pudiera construir una iglesia tan magnífica como la que tenemos (una de las más grandes y hermosas de la provincia de Cuenca) y a fecha de hoy se tenga que recurrir al sorteo de un televisor de led de 32'' para poder costear parte de los 45.000 euros que, aproximadamente, supondrá la restauración de la fachada sur y la portada de yesería barroca del interior. Si bien las obras de la fachada se iniciarán antes de que termine este verano 2013, la restauración del interior se tendrá que posponer para una segunda fase, hasta que se consiga la financiación necesaria para llevarla a cabo (16-22 mil euros). Si se me permite, me gustaría hacer un llamamiento para colaborar económicamente con estas obras de restauración a todos los que puedan y quieran, independientemente de la procedencia o creencias religiosas de cada uno. Para ello pueden hacer un ingreso o una transferencia en la cuenta bancaria de la Parroquia de Garcinarro (2105 2004 29 1212003014),haciendo constar en concepto: "Restauración Iglesia de Garcinarro". 
Puerta barroca del interior de la iglesia de Garcinarro
Por otro lado, en Huellas no faltó la realización de una cruz de naranjas, que dirigió Mariano, el 'quinto eterno',  a las 12:30 del día 14 (después de encerrar en ganao), con la experiencia adquirida durante los 40 años que lleva haciéndose cruces y, por su puesto, con la maestría y el mono azul de siempre

Huellas terminó con una paella para todos aquellos que colaboraron con la exposición. El encargado de hacerla fue el maestro cocinero, Tomás Bállega, de la familia del los 'mendolos', ¡todo un profesional!

A fecha de hoy, los astrónomos dicen que todavía nos queda verano, así que sigamos con él, aunque tengamos que volver al trabajo.

Y hablando de motes, esta crónica ha sido escrita por uno de la familia de los 'machulines' de Mazarulleque, también de los 'melchores' y 'michas' de Garcinarro. 



Enlaces de interés:

Exposición Huellas Garcinarro: https://www.facebook.com/profile.php?id=100005088159998
(¡si te haces su amigo puedes ver más fotos!)

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