viernes, 16 de mayo de 2014

Europeas 2014. Aquí también se bota: Chorizo Ibérico y coles de Bruselas

Imagino que muchos verán las elecciones europeas como una oportunidad para exportar el famoso chorizo ibérico a Europa, ahora que tenemos grandes excedentes de producción. Por eso creo que un gran partido como el PP ha tenido el acierto de poner al frente de sus listas electorales a un popular ex-ministro que debe de tener profundos conocimientos sobre los productos gastronómicos del país, dada su larga experiencia al frente de Agricultura y Alimentación. Además, son de destacar sus excelentes cualidades como comercial, tal como se desprende de un informe de la embajada americana en Madrid revelado por Wikileaks.

Extracto de un cable de la embajada de EE.UU en Madrid 20/12/2004 publicado por Wikileaks[1]:

Arias Canete sympathized with the U.S. position on biotech issues.  He mentioned that he approved several seed varieties during his tenure as Minister of Agriculture. [...] He is willing to assist us by lobbying PP members in the European Parliament.

Arias Cañete simpatizó con la posición de los EE.UU. en materia de biotecnología. Mencionó que él aprobó varias variedades de semillas durante su puesto como Ministro de Agricultura. [...] Está dispuesto a ayudarnos persuadiendo a los miembros del PP en el Parlamento Europeo

El PSOE, que también cuenta en sus filas con no menos expertos en ese producto porcino, ha optado igualmente por una cabeza de lista capaz de vender y venderse bien; tan bien que durante diez años (1999-2008) hizo creer al mismo parlamento europeo que tenía dos licenciaturas y no ninguna[2].

A pesar de tan buen material, mejor opción que colocar el chorizo español en ese mercado común puede ser no perder el sentido; el cual tiene que ser necesariamente mucho más importante y común que el mercado. No se puede admitir que las prisas sempiternas del comercio y la política de mandangas de la Unión Europea nos hagan perder la esencia de pueblo, pueblo. Esta política y el pretexto manido (vaselina al fin y al cabo) de modernizarnos y europeizarnos acabaron antes de tiempo con la vaquería de Basilio o la de Los Medios, el tomar leche fresca en este pueblo, el jodernos las matanzas del cerdo y muchas otras cosas. Ahora que tanto se vela por el bienestar animal, los pollos son de jaula o de corral pequeñito (a juzgar por la palidez de sus muslos), los corderos saben a la adrenalina que liberan al ser trasladados al matadero y la PAC (Política Agraria Común) ha acabado con la agricultura de agricultores para dar paso al negocio de grandes multinacionales de la biotecnología, de la industria energética o de la agroalimentación, que son quienes se han visto favorecidos por la "liberalización" de los mercados agrícolas y de tanta normativa europea que realmente marea. Tal liberación de mercados ha consistido en dejar el almacenamiento de grano, que antes llevaban a cabo los Estados con fines estratégicos­­, en manos de grandes empresas cuyos fines son simplemente especulativos. Así, el precio al que el agricultor vendía sus cereales ha estado bajando desde 1986 a 2007[3], y solo en los últimos años se han registrado incrementos que en todo el periodo (1986-2014) han sumado  subidas entre el 7%, en el caso de la cebada, y el 33%, en el caso de algunas variedades de trigo; mientras el IPC medio se incrementó en estos 28 años un 140% según el INE. Peor camino, incluso, han corrido las oleaginosas.

Las subvenciones de la PAC, tan servilmente agradecidas por los que dependemos o hemos dependido de la agricultura, han servido para paliar los daños que ha sufrido el agricultor con la "liberlización" del mercado de productos agrícolas. Pero en el fondo la subvención tenía mucho mayor calado. Indirectamente se han beneficiado la industria alimentaria y ha valido para producir alimentos más baratos y, así, tener mayor margen para reducir salarios a todos, puesto que ahora todos necesitamos menos dinero para comer. La "liberación", pues, es un arma de doble filo. Por ejemplo, cuando la mujer se liberó y entró en el mercado laboral, no se consiguió un mayor poder adquisitivo de las familias como cabía esperar, sino que favoreció las políticas de "contención salarial", de modo que ahora se necesita que los dos miembros de la pareja trabajen para poder cubrir las necesidades familiares que antes se costeaban con el salario de uno solo; pero eso es otro tema que solo nos sirve para ilustrar el significado de la palabra "liberación".

Sobre lo que aquí nos concierne, lo más grave es que la PAC ha conducido en los últimos 20 años a reducir la mano de obra en una agricultura que desde 1992 no tiene que ser necesariamente productiva. El puesto de los tractoristas y otros empleados del campo ha sido cubierto por empresas de servicios, todavía pequeñas, que realizan los trabajos agrícolas a menor coste económico, pero a un mayor coste social puesto que no fijan población en la mayor parte de municipios donde desarrollan su actividad y, de ese modo, la PAC ha contribuido a la despoblación de las zonas rurales. 

Al no pagarse por producir, la PAC ha promovido una reducción de costes en la agricultura que también está fomentado el mayor uso de herbicidas y pesticidas. Por ejemplo, se escardan barbechos para eliminar malas hierbas ya que resulta más barato fumigarlos que ararlos.

Paradójicamente, la liberación (o desprotección) de mercados de cereales ha ido acompañada de una sobreprotección a los productores de semillas certificadas (o transgénicas), imponiendo a los agricultores la siembra de este tipo de semillas, bajo la amenaza de perder la subvención de la PAC. Por supuesto todas estas semillas están sujetas a jugosas patentes en poder de grandes multinacionales, como Monsanto, que prohíben al agricultor la resiembra del grano que él mismo ha cosechado [4].

En fin, hay muchas cosas de la Europa Unida que yo no entiendo, pues cuando lees los objetivos de la PAC que publicitan las instituciones públicas: "Procurar el bienestar de la sociedad rural, mejorar la calidad de los alimentos y su grado de inocuidad, asegurar la protección del medio ambiente en beneficio de las futuras generaciones,..."[5], parece que estuvieran logrando justo lo contrario. Me he descargado de internet una guía turística de Bruselas editada por Lobby Plantet[6] que me explique cómo es y cómo puedes desenvolverte por allí o comprender cómo funcionan las cosas de la capital que tanto me cuesta entender[7]. Esperemos que Bruselas llegue a ser otra cosa.


Referencias

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